¿Cómo transformarse de auto–empleado a empresario?
“El Mito del Emprendedor” es uno de los libros clásicos del emprendimiento, en el que su autor Michael Gerber expone que generalmente las personas que crean un negocio aseguran que son emprendedores, pero la realidad es que la mayoría de las personas que tienen un negocio son auto empleados e incluso trabajan mucho más que cuando eran empleados y por menos paga.
Estos emprendedores trabajan largas horas y nunca se toman vacaciones ya que si ellos no están presentes, no hay negocio. ¿Será esto lo que el emprendedor busca al iniciar su empresa? ¿Qué puede hacer un emprendedor para evitar ser esclavo de su propia empresa?
Gerber destaca la importancia de crear procesos y sistemas que permitan que otras personas puedan hacer el trabajo necesario con una guía clara de los pasos que deben tomar. Sin embargo, esto no es fácil, muchas veces el conocimiento y la experiencia que el emprendedor ha adquirido en el transcurso de los años son difíciles de plasmar en un proceso o sistema. Además, si el emprendedor está metido de lleno en el día a día, le es difícil dedicar el tiempo que se requiere para crear procesos y sistemas.
Por lo tanto, se debe empezar por definir principios, valores y reglas claras que permitan a otras personas tomar decisiones y aprender de sus errores, fundamental para crear una cultura en la empresa, debe hacerse desde que se contrata a la primera persona y así será mucho fácil delegar y evitar que le empresa dependa siempre de la presencia del emprendedor para ejecutar y tomar decisiones.
Por otro lado, esto implica que el emprendedor debe estar dispuesto a aceptar las consecuencias de los errores que sus empleados cometan, ya que es inevitable que esto ocurra y cuando suceda deben aprovecharse para aprender y seguir adelante. Es importante dejar que los empleados resuelvan ellos mismos los problemas que se crearon por los errores que cometieron, de lo contrario el empleado podría sentirse deshabilitado para tomar decisiones ya que de todas formas depende del jefe para resolver los problemas.
Una forma de probar este concepto y acelerar el proceso de delegación, es “desaparecerse” por una o dos semanas y ver como los empleados resuelven los problemas. Mejor si es en un viaje donde se esté lejos de la oficina y no sea fácil comunicarse por teléfono o correo electrónico.
Cabe mencionar que si existen valores y reglas claras, además de una cultura en la que los empleados se sienten empoderados, ellos sabrán que hacer el momento de enfrentar un imprevisto. Será entonces cuando el emprendedor pueda dedicar el tiempo que requiere crear sistemas que llevan a la empresa al siguiente nivel.
Como es natural al emprender, este tipo de esfuerzos representa riesgos. Sin embargo, la recompensa puede ser esa independencia y libertad que todos anhelamos. Al fin y al cabo ¿para qué ser emprendedor si no se tiene libertad de hacer lo que uno quiere?
http://www.estrategiaynegocios.net/opinion/768506-345/c%C3%B3mo-transformarse-de-autoempleado-a-empresario
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